El espejo Caseta es una pieza de tocador que combina elegancia, escala íntima y lenguaje escultórico. Su nombre —caseta, que significa “pequeña casa” en español— evoca la idea de un espacio personal y acogedor, pensado para el ritual cotidiano del cuidado y la contemplación.

El espejo se apoya sobre una base de travertino macizo, cuya textura natural y marcadas hendiduras orgánicas aportan calidez, carácter y una dimensión casi táctil al conjunto. La combinación entre la superficie pulida del cristal y la piedra porosa crea un contraste visual sereno y sofisticado, ideal para interiores minimalistas o contemporáneos.

Una pieza que equilibra belleza y funcionalidad, diseñada para añadir una presencia escultórica y discreta a tocadores, baños o mesillas.

Nota: El travertino es un material natural; pueden presentarse ligeras variaciones entre piezas.